El Sueño del Faraón

Dijo el Faraón:

“-En mi sueño, yo estaba de pie a la orilla del Nilo.

Y he aquí que del Nilo salían siete vacas gordas de carne y de hermoso aspecto, y pacían entre juncos.

Pero he aquí que otras siete vacas subían detrás de ellas, delgadas, de muy feo aspecto y flacas de carne. Jamás he visto otras tan feas como aquéllas en toda la tierra de Egipto.

Entonces las vacas flacas y feas devoraron a las siete primeras vacas gordas…”

Génesis 41: 1-36

Algunos historiadores lo identifican con Amenemhat III, uno de los grandes monarcas del Imperio Medio Egipcio, dentro de la Dinastía XII (1840-1790 aC). Ya que José, hijo de Jacob y Raquel, pudo vivir desde el año 1840 al 1780 aC. También hay quienes creen relacionar al undécimo hijo de Israel con Imhotep: sabio, médico, astrónomo y primer arquitecto de la historia (2690-2610 aC), por lo que el soberano de los sueños sería Zoser; faraón de la tercera dinastía y del Imperio Antiguo de Egipto.

Muy lejos en el espacio y tiempo, en una tierra rica en recursos naturales, de gentes alegres y amables, vivieron sus habitantes en valles y montañas bañados en abundancia y riqueza. Vacas henchidas de salud, vigorosas y rebosantes de carne y leche.

A orillas del Guadalquivir, aquella Monarquía, que prolongó su reinado durante más de 30 años, aseguró su continuidad y estabilidad regando el oído de su pueblo con un seguro vitalicio basado en alimento, cobijo y satisfacer, no sólo sus necesidades, sino sus caprichos y vicios a cambio de fidelidad al Poder. Una fidelidad que mostrarían cada cuatro años coronando a la Estirpe con la ofrenda de sus votos.

De esta forma, del “Río Grande” emergieron tres siniestras vacas, cada una de ellas con una inicial marcada con fuego en su piel. En su conjunto podía leerse P.E.R.

De aquella maldición, la mayoría del pueblo aseguró su futuro sin necesidad de trabajo, con subsidios basados en peonadas falsas. Una carcoma que comía las reservas, pero que daban al Señor “Larga Vida”.

Dijo José:

“-Las siete vacas hermosas son siete años, y las siete vacas flacas que devoran a las primeras, son otros siete años

He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto, pero después vendrán siete años de hambre. Toda la abundancia anterior será olvidada, pues el hambre consumirá la tierra.

Por tanto provéase el Faraón de un hombre entendido y sabio y póngalo a cargo de la tierra de Egipto.

Recauden la quinta parte del producto de la tierra durante los siete años de abundancia. Acumulen alimentos en los años buenos, almacenen el trigo en los graneros de las ciudades, para que con las reservas el país no sea arruinado por la hambruna venidera”.

Génesis 41: 1-36

Admiro estadistas de países como Reino Unido, Alemania o Francia. Pueblos que a lo largo de la historia, como en la fábula de “La Cigarra y la hormiga”, hicieron el papel del insecto trabajador constante y ahorrativo, mientras en España, y concretamente Andalucía, cantábamos como cigarras de noche y de día. ¡Jolgorio y pandereta!

Cada día entiendo y lamento más nuestra situación. Me entristece que no tuviéramos un faraón visionario ni un José intérprete de los sueños oníricos. Aunque si los hemos tenido nunca lo sabremos pues, tal vez, también se hayan dejado seducir por el encanto de la picaresca española, por la finura del ladrón del erario público, o por la vida de voluptuosidades, alucinógenos y chóferes fieles prestados a la depravación de los Señores del Poder, que nos han llevado a la más grande de las ruinas.

…En mi sueño, yo estaba de pie a la orilla del Al-wadi al-Kabir…

Pepe Martos.



5 comentarios:

  1. Lo del PER, la Ley de Dependencia, el trabajar cobrando el desempleo,el con IVA o sin IVA forma parte de la picaresca andaluza. Y después de todo este fraude la culpa de la situación económica es de los funcionarios (¡MANDA GÜEVOS!)

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  2. Menudo pastelón ha heredado el PP. Mejor que hubiera seguido ZP y que hubiera terminado la lidia de este toro embravecido

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  3. Muy buena visión de una realidad que algunos aún se niegan a reconocer

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  4. Admirado Pepe Martos, en tu riguroso análisis te olvidas mencionar, aparte de los males divinos del PER y subsidios fraudulentos, entre otras cosas, el servilismo político que ha utilizado el Señor de la Estirpe, cada cuatro años, para colocar a sus adeptos y así perpetuarse en el poder. En el caso de nuestra querida Lucena, la muestra más evidente la encontramos en SERVIMAN, me pregunto ¿hace dos décadas cuántos empleados públicos tenía el AYTO? ¿en que porcentaje se ha incrementado el número de empleados públicos en ese tiempo? ¿sería más viable que ciertos trabajos se realizaran mediante convenios o contratos con la empresa privada? ¿se podría racionalizar el personal en los tiempos que corren? La respuesta viene desde el sentido común, y siguiendo con la metáfora de las vacas, la vaca ha estado dando teta cada vez a más gente, hasta que la vaca se secó.

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  5. Que más tiene que pasar para dejar de echar las culpas y ponernos manos a la obra???....
    no ha habido visionario... dejemos de lamentarnos e intentemos pones solución. cual????
    eso se lo dejo a los entendidos economistas y mentes privilegiadas.

    ana

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